martes, 30 de julio de 2013

Ahora necesito un cambio, te juro que no puedo más, pero me da igual, solo me dura un segundo.

Ahora no me molesta el desorden de tus pensamientos. Ahora se ven absurdos, opacos, como si se encontraran en otra época pasada, en blanco y negro, tan kilométricos que se desvanecen. Y no me importan, ni tus ideas de futuro con la gente ni tus dulces finales de algodón. Si lo pensaras y lo habláramos despacio, ahora todo nos daría tanta pena que nos reiríamos mirándonos a los ojos. Que lástima que al final no siempre ganen los buenos. Ahora no, no pensaré en mi última jugada. ¿De qué sirve?, los finales no están escritos, los futuros tampoco y las preguntas en el aire. La próxima vez tendrás que pensar antes de actuar porque todas tus palabras se quedan grabadas, marcadas y disueltas en mi. Todo estaba estudiado, cada uno de los suspiros que desaparecieron en verano. Ahora todo es diferente y no me importa, ¿ves? esto tenía que pasar. ¿Te das cuenta? Al final tuvimos que morir para después renacer. 


sábado, 20 de julio de 2013

De recuerdos pasados y futuros memorables.

Abriremos los ojos en mundos paralelos pero diferentes. Yo, sin querer saber nada más de pasados turbios buscaré las señales que me harán seguir hacia allí. Sí, ese sitio en el que todos queremos encontrar naranjas primaveras. Quiero que los días estén llenos de brillantes amaneceres y las noches de sensaciones canallas que se alarguen hasta el infinito anochecer púrpura. Las estrellas estarán dibujando los sentimientos indefinidos que poco a poco formarán una gran constelación. Y si tengo ganas de gritar, lo haré. Nada puede hacerme perder las ganas de hacer que un día sin nombre se transforme en otro con todas tus letras. Aquellas palabras llenas de sentimiento de un miércoles cualquiera pero sin sentido se borrarán de los pasajes antiguos de mi vida. ¿Dónde aparecerás? No podemos ser dueños del pasado.

La emoción, los nervios y el temple de sentir el futuro en tus manos. Tener que decidir algo que ni siquiera sabes si llegará a su correcto desenlace hace que todo ello aumente las ganas de continuar. Nos equivocaremos y nos importará, pero sabremos que solo esto es el principio de un extenso y retorcido camino que probar. Ya sea amargo o dulce siempre hay que encontrar la razón de mirar el horizonte. La clave está en encontrar la motivación. Estamos ante esa sensación de saber que miles de momentos y experiencias están al alcance de un simple parpadeo. ¿Nos lo vamos a perder? Ya lo creo que no.


It's time that we began to laugh and cry 
and cry and laugh about it all again.

lunes, 15 de julio de 2013

Uno.

Y aquí estoy gracias a una idea, un impulso o simplemente casualidad. ¿Casualidad?, me gustaría pensar que existe esa combinación de circunstancias que no se pueden evitar, que están siempre ahí por algo. Muchas personas creen en ella, ciertas situaciones vividas o por vivir tienen ese toque mágico que hace que se crea en la casualidad. Quién sabe, algún día alguien vendrá y nos cambiará nuestras respuestas acerca del mundo. Como iba diciendo, no sé cual ha sido la causa de acabar aquí y hacer este blog, quizá sean las ganas de escribir acerca de mis pensamientos, de mis idas y venidas, de música, lugares, libros, de la vida.
Solo son letras que se unen y forman palabras, frases y párrafos con o sin sentido que te gustan, las odias o las ignoras. Unas las recuerdas porque significan algo especial para ti y son grabadas en tu mente como canciones, declaraciones o versos, otras las olvidas y las encierras en un cajón para no verlas nunca más, todas ellas tienen su significado aunque en ocasiones creas que no.


Esta primera entrada quería realizarla para presentarme, pero como no se me da bien hablar de mi directamente, lo haré a modo de "cuento" para que poco a poco me entendáis. Ahí va.


Ana era esa niña vivaracha y sonriente que vivía en un pequeño mundo de colores y vitalidad. Siempre evitaba lo triste y lo melancólico, estaba arraigada a lo vital, a la vida y los sentimientos. Vivía siempre con la idea de ir cumpliendo sueños a corto plazo, pensando en el presente, con el pasado formando parte de ella pero nunca sin olvidar el futuro. Desprendía positividad y hacía sonreír, al menos una vez en su vida, hasta a la persona que más odiaba. Le gustaba la verdad, le gustaban las personas que le decían cara a cara esas palabras que no quería oír aunque fueran necesarias. Sentía miedo de las novedades, pero una vez superadas quería más y más, no se cansaba de conocer, abrir nuevas puertas y ventanas, insistir en lo que más quería. Era una luchadora y aunque a veces sintiera el mundo del revés, siempre encontraba una razón para continuar. Porque, aunque esté todo gris y mal, si existe una única razón buena, ella pensaba que merecía la pena no tirar la toalla, continuar. Cierta ocasión la inocencia jugó con ella y aquel invierno cambiaron demasiadas cosas. Pozos y abismos que con el paso de los meses superó y así consiguió hacerse más fuerte. Ella seguiría viviendo en su colorido y ruidoso mundo siempre con alguna razón para luchar, siempre con la frente en alto, siempre fuerte hasta el final.