domingo, 22 de diciembre de 2013

Sonrisas frente al espejo.

¿Nunca te has parado a pensar en todo lo bueno que te rodea? Siempre estamos quejándonos de todo, de simples problemas cotidianos que nos ahogan en días oscuros. Andamos por la vida rodeados de nuestro pequeño mundo pensando en todas aquellas historias y tontas desilusiones que nos impiden ser todo lo felices que nos gustaría. Otras veces nos encerramos en profundos pozos de preocupaciones absurdas y sin sentido. ¿Por qué? ¿Por qué siempre tiene que haber algo que nos fastidie los momentos brillantes?
En el fondo no nos damos cuenta de todo lo bonito y fantástico que podemos encontrar en cualquier lugar. En una simple mirada, una palabra o una buena mañana en uno de los días más soleados de invierno. Solo tenemos que pensar y darnos cuenta de que en ocasiones todos esos grandes problemas que  formamos en nuestra cabeza no son más que las réplicas de un simple día malo, un conjunto de consecuencias débiles, falta de sueño, o de casualidad.
Un simple cambio de mentalidad puede hacerte mejorar en todos los sentidos. Debemos ser positivos y aunque lo veamos todo negro, buscar siempre una sencilla razón por la que continuar y ver que todo no es tan malo como  parece, no todo lo malo dura para siempre. Solo tenemos que despertarnos y sonreír, ser felices.

Ahora el invierno y la navidad vienen tan cargadas de nostalgia como siempre. ¿Dónde quedaron esas navidades oscuras de hace años? Qué más da, no es momento de ponerse tan melancólico y pensar en momentos o personas que echamos de menos o en todo aquello que pudo ser y no fue. Ahora todo se renueva, las épocas cambian según las direcciones de nuestros pensamientos, como si de una ventisca de aire se tratase, todo se revuelve y de nuevo vuelve a colocarse en otro lugar. Y en ocasiones la vida da un giro tan inesperado que hace que todo cambie. Dejas atrás recuerdos buenos, malos o muy buenos. Pero todo continúa y los ciclos se cierran y se abren. Sobre todo se abren a nuevas sensaciones y momentos felices que vivir, porque no debemos quedarnos anclados en el pasado, anclados a miradas, a recuerdos de noches frías o a personas. Ahora hay que aprovechar al máximo todo lo bueno que está por llegar y vivir cada segundo buscando aquello que nos hace fuertes, felices y mejores personas

No hay comentarios:

Publicar un comentario